ES UN ÁNGEL...
La pureza de su ávida mirada, hace gala a la serena marejada, que juega sin cesar con la frescura, que traen las alondras en sus alas, sintiendo una brisa armoniosa, que enjuga con esmero la fragancia un olor de duraznos y manzanas, que destila a su paso por la estancia. Y sus cabellos ondulados como sedas, que danzan agoreros en el álamo, donde el cielo les mira de embeleso, celebrando de nuevo su llegada. Con gracia caminan por las nubes, por la tierra, el aire o la montaña, sin rumbo que defina la alegría, desterrando la nostalgia de las almas. Sus vestidos son el murmullo del viento, sus coronas, las estrellas más lejanas, con cálido gesto pronuncian sus nombres: Amor, Fe, y Esperanza, mejillas ruborosas de ternuras, gentileza fervorosa que no calla, haciendo de sus manos el escondite, cuando congelas de miedo tus ansias, puede su cariño salpicar, de rocío. a la inquieta madrugada, para darle el calor que le hace falta, al que duerme silencioso en la alborada, Quizás los ojos no distingan, su presencia próxima en tu ventana, mas el corazón lo ve, lo siente, lo invita... sin palabras. Comparten la vida que no acaba, en la duda, el desespero, en la falacia, en los momentos más oscuros, también en la claridad de la mañana, si despiertas con ganas de mirar, la verdadera luz que te protege, entonces verás con esplendor, a ese ser luminoso que te llama, La premura que oculta su sonrisa, es por regalarte un ramo de ilusiones, velar tus sueños con esmero, y orar junto a ti con esperanza, Y cuando dudes de su existencia, de que estás solo con tus lágrimas, sentirás la divina gracia, en la comprensión del amigo que no falla, Ese ángel que creías irreal, está en la solidaridad humana, en los seres nobles... candorosos, que dan todo, sin esperar nada. Sólo un ángel, mantiene su creencia, en su corazón, en su afecto, en su alma, en las obras que enaltecen su conciencia, en la supremacía de Dios, que le acompaña.
(Ma. Alejandra Aldana)
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