
El ayer. ya no es nuestro, no nos pertenece, se nos acabó se gastó, si acaso? algo de él guardaremos sus momentos inolvidables los días gratos y felices aquellos que nos hicieron llorar y fueron tristes. El primer beso que mi amante y yo nos dimos, la primera palabra de amor que nos dijimos... Tantos anhelos y suspiros todo bello recuerdo que en la mente del humano inalterable permanece
Mañana, vocablo cercano, o quizá tan lejano? parece estar a la vuelta de la esquina pero a veces, en la vida no hay esquina a la que poder dar la vuelta. Todo es un senda recta sin puertas ni ventanas por cuya pendiente vezlozmente, nos deslizamos sin que nadie – hacia nos- a tiempo, alcance a tender su mano… para asirnos con desespero a él...
Pero, ¡ Hoy! este instante …¡ Ahora!… es totalmente nuestro, nos pertenece, podemos vivirlo o desperdiciarlo. Permitir que se vaya. o, hacer de él un día interminable por el que , tan sólo, merecerá la pena haber venido a este hermoso Mundo. Es el mismo tiempo del que goza una tan bella flor y, nunca debidamente ponderada, como es ... ¡La Amapola! y, sin embargo, es tal su humildad, su belleza que al pensarlo, el alma se me alboroza yo al igual que ella... por siempre...
¡ Elegiré la vida... ¡ El amor! aunque hacerlo, implique inmenso dolor y, una tan pronta e inminente despedida...!


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