Ley de Tod
Según esta ley, nosotros somos como emisoras de radio, que emitimos y recibimos energía, (vibramos), y sintonizamos con los otros, con nosotros mismos, y con los acontecimientos vitales, acordes con la frecuencia en la que fluimos.
Así ha de entenderse: Lo que damos, vuelve a nosotros.
Efectivamente: Si lanzamos al cosmos, desarmonía, o frustración, recibiremos lo mismo, situaciones disarmónicas o frustrantes, que prorrogarán nuestro estado de sufrimiento, y anclarán nuestra evolución.
El cosmos, es una caja de resonancia de nuestro propio interior, y a la vez, nuestro interior, es un reflejo de lo que viene de fuera.
Así que a entender, que:
Lo que damos, vuelve a nosotros.
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