Cuando murmuras con nervioso acento
tu cuerpo hermoso que a mi cuerpo toca
y recojo en los besos de tu boca
las abrasadas ondas de tu aliento.
Cuánto más que ceñir, romper intento
una frase de amor que amor provoca
y a mí te estrechas delirante y loca,
todo mi ser estremecido siento.
Ni Gloria, ni Poder, ni Oro, ni Fama,
quiero entonces, mujer.
Tú eres mi vida,
ésta y la otra si hay otra;
y sólo ansíogozar tu cuerpo,
que a gozar me llama,
¡¡ Ver tu carne a mi carne confundida
y oír tu beso respondiendo al mío !!...
D/ Autor