Creí, confié, cerré los ojos y viví la ilusión cual ave que cuida a su crio volé en las alturas buscando alimento creí, confié, viví para ti.
Cortina, no traslucida ciego a realidades vivía en un idilio enjugado en falsedad moraba en silencio la espina envenenada jugaba sin armas al amar y al amor.
Creí, confié, entrega sin reservas, cheque al portador alimento al alma, irónico, era a tu traición dolor que hoy me nutre la cortina cayó.
Un retoño crece en sombra sin calor busca la sonrisa que un día perdió lucha, se desvive, clama por su ayer encuentra en la vida la verdad baja, ruin, cruel.
Estepa asolada ni una sombra existe la mirada busca donde cobijarse se pierde en la línea sin logro en su afán las bajas pasiones matan al Adán.