Recuerda que sobre tu vida sólo mandas tú.
Y eres tú quien decidirá tu vida y futuro.
Sobre tu vida mandas tú,
y nadie más que tú.
Actuemos cautelosamente cuando hablamos de otras personas,
pues sin quererlo podemos llegar a herirles.
Tratemos de ser buenos amigos, y de hablar sin miedo
con nuestras parejas.
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