Cuento especial de Halloween
Ramirez Balota Souza
El hombre estaba de pie en la plaza, de pie bajo la sombra oscura de un conjunto de árboles. Ana llegó sin darse cuenta allí.
Cuando la chica había salido de su casa, el cielo estaba rojo de la puesta del sol. Ella cerró la puerta y se dirigió hacia lo conozca, que llevaba un hermoso vestido escotado blanco que se parecía a las prendas de actrices famosas de las películas antiguas. Sus rizos rojos se boyando y definidos, que brilla como el fuego a la luz. El zapato que llevaba era un ruido insistente, que le gustaba porque estaba en control de sí mismo.
Al ver al hombre que la miraba, en silencio, Ana sonrió y lo saludó con una inclinación de cabeza.
- ¡Hola! - Dijo.
- Hola - el hombre regresó.
Yo estaba prodigando alegría. Yo estaba tan feliz que no se contuvo al decir:
- Estoy aquí para una reunión! - Las palabras saltaron involuntariamente de sus labios enrojecidos.
El desconocido hizo un sonido con la boca.
- Y usted ... ¿Qué haces aquí? - Le preguntó.
- Estoy esperando a una persona llegar a la cena.
- Ah! I y Rodrigo también dejo la cena! ¿A dónde vas? - Ana sonrió.
El hombre salió de la sombra de los árboles, pero su rostro estaba oculto por la oscuridad.
- Cualquier lugar por aquí.
- Tu novia es bonita? - El joven preguntó.
- En realidad no es mi novia. Pero es tan hermosa como tú - dijo, su voz gruesa elegante.
- Ah gracias.
- Y tu novio? ¿Cómo es él?
Ana le gusta el hombre realmente estar hablando con ella. La chica estaba tan feliz de encontrarse con ella tenía que decirle alegría a alguien en ese momento. Su sonrisa era enorme, de oreja a oreja.
- Es tan hermosa que no se puede creer. Es alto, fuerte, cejas oscuras y gruesas, oh, loco! - Dijo, señalando sus manos.
- Sí. ¿Cómo se conocieron?
- Se estudiaron en la misma escuela. Pero nunca habíamos visto en los pasillos hasta que un día, tenemos que trabajar juntos para la feria cultural - dijo. - Todavía no habíamos empezado a salir. Fue sólo después de hablar por ordenador, supe que vivía cerca de casa. Empezamos a salir cuando nos encontramos por casualidad en la cola para el cine. La conversación fluyó, sentado a su lado y ... - Ana se mejillas rojas. - Ai. Sólo sé que tenía que ver la película de nuevo más tarde porque el medio para el final no vio nada.
- ¿Qué aroma delicioso que llevas, señorita - dijo el desconocido.
- Ah gracias. Es el favorito de Rodrigo. Oh, creo que estoy hablando demasiado, no? Estoy muy feliz con esta reunión que no conssigo dejar de repetir que voy a tener una reunión con Rodrigo! - Ella confesó.
- ¿Entonces por qué no llores por toda la ciudad sabe? Es muy bueno para dejar salir el vapor!
- Tengo una reunión con el gato el hombre más grande del mundo! - Ana gritó en el aire. - ¿Pero qué hay de ti? ¿Cómo conoció a su bella novia?
- Realmente no sé mucho al respecto. Sé que es muy bonito y acaba de perder a su novio, pobre.
- Wow! ¿En serio? Lo judiação! No sabría qué haría si Rodrigo murió sabe? - ella dijo.
- Si sé. Pero es la primera reunión de la suya? - La voz masculina preguntó seductora extraña.
Ella suspiró antes de contestar:
-. Pero no todas las reuniones tiene la misma emoción como si fuera el primero!
Él volvió a hacer el extraño sonido con la boca.
Permanecieron en silencio durante algún tiempo, hasta que Ana habló con menos emoción en su voz:
- Es un poco tarde.
- No se preocupe, puede que algo grave ha sucedido - la voz profunda sonó toda la noche.
- Sí, tal vez.
Más tiempo en la quietud y el joven comenzó a notar cómo la plaza estaba vacía. Ella supuso que era por lo que desde que llegó, pero sólo lo había visto en el momento debido a su ansiedad la reunión había pasado un poco.
- Hola - dijo el hombre, dándole un aspecto de él. - Creo que sé si novio.
- ¿Sabe? - La chica preguntó.
- Sí. No iba a pasar esto aquí, ¿verdad? - Le preguntó, sacando del bolsillo una imagen y estirar el brazo para Ana manejarlo.
La chica se sorprendió de que la mano del hombre ha logrado desde los árboles donde se le parecía más lejos que la distancia de un brazo extendido.
Ana miró a la figura, con la boca abierta. Era la misma imagen que Rodrigo llevaba en su billetera. Interpretó su primer encuentro, cuando los dos se habían ido a dar un paseo en un parque de atracciones y registró el momento en frente de la rueda de la fortuna, que se podría ver en el fondo.
- Sí! Es esta la misma. Pero lo que haces con esta foto? - Ella dijo, asustado.
El desconocido salió de la oscuridad. Era muy guapo, pero su cara estaba manchada con algo.
- Él tiene la sangre tan dulce ... espero que la suya es tan bueno como él - dijo el hombre, acercándose a Ana.
A medida que se acercaba, la joven acurrucada en el banco.Tal vez fue su impresión, pero parecía que los animales dientes colmillos y las manchas en la cara, que parecía ser sangre.
Como si no pudiera controlar su propio cuerpo, la chica se suavizó sus músculos e inclinó la cabeza hacia atrás, la presentación de toda la región del cuello al hombre que la agarró y la llevó a su cuerpo.
La última cosa que Ana podía pensar no estaba en Rodrigo, pero vendrá la mente la imagen de un cuerpo femenino desnudo cubierto de sangre, retorciéndose en medio de una multitud de ratas en un bosque oscuro.
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