Hoy la cruda realidad
sigue siendo cartón-piedra
y la imagen de la escena
es, como el lago, cristal.
La soberbia, el egoísmo,
la falta de caridad,
dejan su rastro animal
y el dolor del sueño herido.
La amistad fue baladí,
un mito, una gran falacia,
un fuego fatuo, una llama,
un desvarío pueril.
No existe humano aliciente
para avivar mi esperanza,
ya he interpretado esta farsa
que es nuestra vida terrestre.
¡Pocas son las criaturas
que mantienen los valores!
Confiaré en que ellas logren
ser luz, sal y levadura.
Y aquí estoy, loca de amor,
papel en blanco, mi amigo,
para ofrecerte el latido
de mi triste corazón.