PAREJA!
Cuando uno de los miembros de la
pareja deja de amar y decide alejarse hay
una persona que siente un gran dolor,
y que siente el peso de la pérdida de una manera diferente. Esta persona es la que sigue amando,
la que no puede comprender o,
que si bien comprende lo que sucede
no lo entiende o se niega. De pronto debe asumir su vida,
su pena, y elaborar el duelo. Es ahí cuando empezamos a comprender
que a veces no podemos tener
todo lo que queremos, y que la vida,
o el mundo no era como lo imaginamos. Soñamos con una vida en pareja,
siempre sintiéndonos amados y amando,
en terminar nuestra vida al lado de la persona amada,
y así de sueño en sueño un día
nos despertamos ante esa realidad:
Ya no nos aman. Nos llenamos de preguntas sin respuestas:
¿por qué? ¿cuándo? Amar implica correr ese riesgo,
y cuando se ama de verdad se sufre.
Ante la pérdida debemos tratar de elaborar el duelo,
y poco a poco lograr separarnos de lo que ya no está. Si no aprendemos a soltar,
si no dejamos ir, si el apego puede más
que nosotros y nos quedamos ahí atados,
pegados a esos sueños,
a esas fantasías, a esas ilusiones,
el dolor crecerá sin parar
y día a día nuestra tristeza,
y nuestro sufrimiento serán los compañeros de ruta,
de una ruta hacia la depresión,
la falta de incentivo, la falta de vida. Cuesta soltar aquello que amamos,
duele sentir que ya no somos amados
pero en ese dolor estamos creciendo y
madurando y si aprendemos a
soltar estamos dejando atrás una parte de nuestra
historia y empezamos a abrirnos a
lo diferente, a lo desconocido. Dejar ir esa es la clave, no es fácil, no es simple:
Duele… y como dice Bucay:
” A mi me parece que la vivencia
normal de una pérdida tiene que ver
justamente con animarse a vivir los duelos,
con permitirse padecer el dolor como parte del camino.
Y digo dolor y no el sufrimiento,
porque sufrir es resignarse a quedarse
amorosamente apegado a la pena… Quiero poder abrir la mano y soltar lo
que hoy ya no está, lo que hoy ya no sirve,
lo que hoy no es para mí,
lo que hoy no me pertenece.
No quiero retenerte, no quiero que te quedes
conmigo porque yo no te dejo ir. No quiero que hagas nada para quedarte más
allá de lo que quieras.
Mientras yo deje la puerta abierta voy
a saber que estás aquí porque te quieres quedar,
porque si te quisieras ir ya te habrías ido…”
A/D
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