No creas las palabras de mi boca,
muchas veces son sólo sonidos sin sentido.
No creas las señas de mis manos,
pues en ocasiones ocultan mis verdaderos pensamientos.
No interpretes mi presencia,
soy sólo un ente sin trascendencia alguna.
No codifiques mis ideas,
la locura no tiene significados ocultos.
No te convalezcas de mi ser,
la tristeza no necesita compañía.
No te preocupes por mi mente,
tu soledad es mi consejera.
No me quieras con ternura,
no merezco tu cariño.
No me odies con violencia,
pues te puedo amar más.
No pretendas mi odio,
puedes morir en mi olvido.
No provoques mi cariño,
pu
es pocas veces lo domino.
No me borres de tu recuerdo,
pues valgo por nuestro pasado.
No me ignores de tu presente,
añoro tu futuro
…y viceversa.
Colaboración de Alejandro Arias