Amor mío, deja tu ventana abierta cuando duermas, que yo entraré por ella como el viento o como los rayos de luz que se esconden tras las sombras.
Rodearé tu cuerpo de ensueño, entibiaré tu piel y seré la sábana que te envuelva con el calor completo de mi cuerpo. Sentirás mi fuego que te abraza, mi pasión ilimitada para acariciarte, oirás mi corazón agitado que te golpea para despertar tus desenfrenos que me quieran.
Sentirás mi cuerpo sobre el tuyo, leve como el viento, que se agite tempestuoso en el mar bravío de tus pasiones, sentirás tu agitar en la turbulencia de mis vaivenes y cuando ya no resistas los embates, tras tus gemidos placenteros, todo habrá terminado justo en el momento que has despertado y yo, como tu sueño...me habré disipado.
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