Señor ... Si no puedo ser lo que quiero, lo que soy lo que me quiere. Si no puedo ser el árbol que da fruto, para que pueda ser el arbusto que da sombra. Si no puedo ser una estrella en el cielo, Déjame ser una luz que inspira esperanza. Si no puedo ser el techo que alberga todo, me dejó ser el que se abre la puerta al que llama. Si no puedo ser el mar que conecta los continentes, me dejó ser el puerto para recibir la nave. Si no puedo estar floreciendo el bosque, que soy el pájaro que canta. Si no se puede cargar rosal, me dejó ser el aroma de una flor. Si no puedo ser la melodía que eleva, Déjame ser la inspiración de cada verso. Si no puedo ser el robo de viento, Déjame ser la brisa que acaricia. Si no puedo ser el libro que enseña, para que pueda ser la palabra que se mueve. Si no puedo ser las promesas de cosecha, me dejó ser el trigo que será pan. Si no puedo ser el fuego que se quema, me dejó ser el aceite que mantiene la llama. Si no puedo ser el líder de ruta, me dejó ser el signo que marca la dirección. Si no puedo ser el rico que se puede hacer de todo, para que yo sea pobre que no niega nada. Si no puedo ser la lluvia que riega la tierra, Que yo soy el rocío de mojado de la flor. Si no puedo ser la alfombra en el palacio de los reyes, Que soy el abrigo en la casa pobre. Si no puedo ser la sonrisa que encanta, Déjame ser la impresión de que se vaya. Si no puedo ser la felicidad que todos buscamos, ¿Puedo ser feliz de ser todo para todos. Si no puedo estar todo el bien en el mundo, para que pueda ser bueno como todo el mundo espera. Si no puedo ser para siempre, que puede ser el momento en que las palabras. Si no puedo amar a todo empieza, Déjame ser el amor que está llegando a su fin! ((P. Orlando Gambi)

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