Ámame cuando puedas
traspasar las murallas
de un suspiro y sentirte
vencedor ante una batalla.
Ámame cuando pienses
que no existo,
cuando veas en cada
amanecer las gotas
del rocío
Ámame en el silencio
de un pensamiento
que viaja al vaivén
del viento en un baile sin cesar.
Ámame cuando pueda tocarte
y sentir tu cuerpo desbordante
de placer.
Ámame cuando pueda
pisotear las estrellas en el agua
y mirar tu rosto con el reflejo
de la luna