¡Y así pasó!
Llegaste con el ruido de las olas
Y la grandeza del mar,
Una noche de verano, llena de estrellas blancas.
Venías en la brisa fresca
Eras como el viento, suave, sutil,
que acariciaba mi piel.
Y me cautivaste,
Con la fuerza de tu encanto
Con la ternura de tus ojos
Con la dulzura de tus besos.
Y llegaste, para llenar los vacíos
que dejó en mí el pasado.
Y borraste la amargura y el dolor de tanta soledad.
Y me pregunto:
¿Sería el destino?
¿Sería la casualidad? o
¿Sería el mar?
¿Quién fue el culpable de tanta felicidad?
Sin saberlo, me sumergí en ese mar,
con el temor de ahogarme en tanto sentimiento.
Pero descubrí su corazón
Y superé el miedo.
Y ahora
Sólo quiero sentir
Una vez…
Y otra vez...
Y una vez más...
¡La brisa, el mar, las estrellas y
a ti a mi lado porque te amo!