SIGUE TU CAMINO
Todos los días nos preocupamos por muy distintos
motivos.
Puede ser el trabajo, o quizás la situación
sentimental, un problema con un amigo,
o dificultades económicas.
Le ponemos gran atenció a estas situaciones,
y muchas veces no encontramos la salida.
Sin embargo, piensa que cada parte de tu cuerpo, cada órgano,
cada célula funciona con gran coordinación para
lograr que cada día te despiertes y sientas
la luz del sol. Llevas a cabo todas tus actividades,
sin preocuparte de cómo tu corazón hace fluir
la sangre por tu cuerpo, o cómo asimilas los alimentos.
Piensa en que todas las partes que te forman
funcionan sin que te preocupes de ellas.
Todo ello ocurre sin que le prestes atención.
De igual manera lo que te rodea tiene su camino,
y eres tú quien puede decidir la propia vía.
Deja que la vida fluya a tu alrededor.
Todo tiene su constante fluir.
También tú lo tienes. Cuando descubras tu camino,
cuando sientas tu dirección, verás que las dificultades
tienen su solución, podrás aprender de ellas y dejarlas atrás.
Cada problema es como una flor,
de la que la abeja saca el polen y luego sigue su vuelo.
No te quedes en un problema, no te dejes embargar por
la preocupación, pues mientras más lo pienses, más te atarán.
Considera que en la vida no hay problemas,
sólo situaciones por resolver.
Cuando te des cuenta de que la vida es simple,
que cada uno de sus elementos tienen
una razón de ser, cuando comprendas
que los problemas en realidad no existen,
podrás iniciar tu camino hacia la felicidad.
desconozco el autor