Buen día,
Ángel de la Guardia, bienvenido a mi corazón!
Ven, ayúdame a ser paciente en la cara de la adversidad.
Enséñame a practicar la caridad, no juzgar a nadie,
extendiendo la mano a aquellos que lo necesitan ...
Ven, mi ángel de la guarda,
ayuda a secar las lágrimas de los que sufren las vicisitudes de la vida, para guiar al huérfano, consolar a los que te sientes impotente.
Y que jamás, en cualquier momento,
el orgullo y la vanidad hablar más fuerte dentro de mí.
Que así sea.
Amen
Que tengan un día bendito, marcado por los momentos felices!
Besos ç
Maby
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