No pudiera yo tener, Más gozo en este momento Que compartir vuestras risas Pensando en esos pequeños.
Que pintaban las paredes, Que se tiraban al suelo, Que pisaban lo mojado Y que ensuciaban lo seco.
Y que con fuerza arrancaban Los brazos de los muñecos, Que sus hermanas cuidaban Y los guardaban con celo.
Que a la hora de comer Eran grandes tus esfuerzos, Para que abrieran la boca Y a veces... sucumbías en el empeño.
Y esta pluma gastaría Describiendo los recuerdos, Que las madres de esta iglesia Guardan en este momento.
Pero quiero en esta hora, En este lugar y tiempo, Felicitar a las madres Por su abnegación y celo.
Desde que el dia amanece Hasta que va oscureciendo, Bendiciendo a Dios cantando, Mientras que pasa el plumero.
Y pensando en esos hijos Que en la escuela están leyendo, Que en el patio están jugando O con amigos saliendo...
Sus cosas deja de hacer, Deja de un lado el plumero, La música que escucha para, Todo se queda en silencio.
Y unas manos con firmeza Se levantan hacia el cielo, Y unas rodillas con fuerza Se dirigen hacia el suelo.
Y al Padre le da las gracias Por ese regalo inmenso, Y al tiempo pide llorando: ¡¡¡Guárdalos Señor Eterno!!!
Cuida Señor a las madres, Dales tu paz, te lo ruego, Que tu Gloria las envuelva Y mis ojos puedan verlo.
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