Cuando veo las flores que fenecen y borran en un soplo su fulgor, imagino las bellas que se creen Eternas de esplendor…
Cuando veo en la rama más perdida entonar su canción al ruiseñor, imagino de verlo ya sin vida, sin voz al trovador.
Cuando veo las flores que marchitan e imagino morir al ruiseñor, de rodillas sollozo ante la vida mirando lo que eres, lo que soy, y el corazón en su dolor suplica: ¡Ámame hoy…!
Audroc |