Amanecer
Un amanecer es tuerto si mi mano no le golpea. Un rectángulo tal vez sea sueño si sus medidas no descifran un cuerpo... Pero todo lo olvido. Prefiero el juego de las remembranzas: Peces en el estanque mordisqueando burbujas. El césped pardo remojado por el sol que empapó mis vestimentas. El diligente amigo incapaz de distinguir entre muecas y sonrisas.
Un instante cualquiera: el principio de pasos que trasiegan adoquines de hojalata. Ruidos de rostros que se cruzan. Puñales sombríos. Ríos blasfemando algas. Pescadores absortos a contracorriente.
Es la mañana y mis huesos se pierden en candelabros. Mis ojos niegan la cólera... Todo pasa.
|