Los recuerdos nos golpean la cara nos duelen y se rien en silencio, en una melodia que el viento cantará y en una cancion que mi dolor sentenció.
Recuerdos de tardes lejanas y sueños de papel de amores pasados y amistades perdidas, marean y agonizan las luces de este carrusel de la feria que paró, en seco, nuestras vidas.
Són risas que llegan en un rumor lejano diciendo que jamas escaparé del olvido, si la muerte llega que sea temprano, y con legañas en los ojos de no haber dormido...
Las luces de mi ciudad poco a poco se extinguen, y apenas se distinguen, los recuerdos del ayer y volveran ellos que siempre consiguen que sueñe mi olvido, y olvide el temer
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