Entre tu decir y mi sentir
retengo lo que nunca podrás entender: mansos chinchorros reverberando pizcas de luces citadinas y lunares flotantes: ¿dónde?
Redes nubosas descansando el humo que fumé ayer, decisión con que hago este día.
Pero tus legibilidades querrían la voz de un cuerpo amanecido, la biografía fantasmal de un sujeto ayunándose las cicatrices.
Un decir: una historia después de todo.
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