En la vida muchas veces nos encontramos con personas que
no sabemos cómo van a reaccionar, personas que no sabemos qué nos pueden brindar… y al darnos ese apretón de manos seguido de una sonrisa nos hacen sentir cómodas, nos dan ese valor que todo ser humano merece… nos dan la paz de saber que vas bien, ¡que todo está bien!… Tú podrías ser una de esas personas.
Muchas veces no podemos tener todo lo que queremos, ni aun sabiendo que nos lo merecemos… Pero eso no significa una derrota, eso no significa que algo ande mal contigo, sólo significa que los designios y el tiempo de Dios son diferentes a nuestros deseos… pero que en su amor por ti, seguramente quiere lo mejor para ti, que te realices como la mujer que puedes llegar a ser.
Da gracias en todo, por lo que tienes y por los problemas que te evitas (que son más que los problemas que ya tienes). Gracias a Dios por su mano amiga, y por las manos de las personas que tienes cerca. Gracias por las bendiciones de cada día, y gracias porque, aunque a veces lo dudemos, si caminamos seguras y con la sonrisa plena de sabernos grandes… caminaremos tranquilas por la vida, con el alma bella, plena y orgullosa de ser mujer.
© Edith Cervera.