Hasta que no comprendas que no eres el ego,
no serás capaz de recibir lo nuevo.
Cuando te des cuenta de que el ego sólo es tu memoria del pasado y nada más,
que tú no eres tu memoria, que la memoria es como un biocomputador,
una máquina, un aparato,
es funcional pero tú estás por encima...
Tú eres conciencia y no memoria.
La memoria está contenida en la conciencia,
pero tú eres la conciencia misma.
Por ejemplo, ves a alguien andar por la carretera.
Recuerdas la cara pero no recuerdas su nombre.
Si fueses la memoria deberías acordarte también del nombre.
Pero dices: «Reconozco esa cara pero no recuerdo el nombre.
» Entonces, empiezas a buscar en tu memoria, entras en tu memoria,
miras por este lado y por aquel otro y, de repente, aparece el nombre y dices:
«Sí, ése es el nombre. »
La memoria es tu registro.
Tú eres el que mira en el registro, no eres la memoria misma.
OSHO