Cuando ríes, mi alma ríe contigo, y cuando lloras, mi corazón se entristece. En mí, siempre tendrás una aliada.
Lo que más deseo en este mundo es que vivas una vida llena de fuerza y felicidad. Que seas responsable de tus propias acciones, que seas honesto. Recuerda que toda acción tiene sus consecuencias... pero aun así, cuando te equivoques, siempre podrás volver a levantarte y continuar caminando. Fallar no te convierte en “menos”, y continuar y rectificar te convertirá en “grande”. Ama a Dios con todo tu corazón, y Él te guiará por un camino hermoso, de paz y de seguridad.
En las tormentas que te traiga la vida, no desesperes.La luz es más fuerte que la oscuridad. No dejes nunca de soñar y de esperar lo mejor. Son los que no esperan nada los que no reciben nada.
Sobre todo, vive sabiendo que naciste amado... y que vivirás, siempre, siendo amado.
Tu madre.