"A tropezones, entre forcejeos,
encaminé mi vida entera a expandir una divina humanidad,
una grandeza interior que alimenta mi alma y amplía mi espíritu.
Hay algo en mí que me guía hacia el eterno refulgir del amor...
...Cada vez que avento las cenizas de la experiencia,
hago acopio de fuerza y nuevas riquezas interiores
y me aproximo a mi maravillosa realidad,
al tiempo que estrecho mis vínculos con la humanidad.
Conserven la FE..."