En lo más profundo de su ser una persona añora ser amada. Es parte de su necesidad vital. Pero ese amor no llegará sino hasta que aprenda a quererse a sí misma. Desafortunadamente caemos en comportamientos contrarios, saboteándonos a nosotros mismos, convirtiéndonos en nuestros mayores jueces e involucrándonos en situaciones que nos hieren, nos maltratan y nos enferman.
Esta es quizá la clave del amor propio: comprender que solo el hecho de haber nacido y formar parte de esta aventura llamada vida es suficiente para ser merecedor de afecto y de todo lo bueno; y que no hace falta ser hermoso físicamente, inteligente, tener muchos talentos o bienes materiales. Convéncete, mereces ser feliz, ser amado, y vivir una vida satisfactoria y plena.