Este poema
sacia el
mar de amor de mi corazón…
Sé que no estás aquí,
para leer el secreto,
que guarda el silencio,
de la raíz, de mi corazón.
Pero aún así,
te seguiré amando,
hasta que te des cuenta del agrando,
de este corazón, que late por ti.
Mi corazón hoy yace aquí
dentro del aura de mi inspiración,
aunque no entiendas el sentido a este poema,
pero seguiré luchando por resolver este dilema.
Que destroza el corazón
y desvanece la pasión
de mi calor.
Mi peor problema es que tú no estés aquí,
para ver lo fuerte que es mi maldición
que acabará con mi corazón,
y quizá terminará por partirlo en dos…
Pero yo esperaré hasta mi fin
para así, ser feliz.
Si amas a otro dímelo en mi cara,
para saber que no me amas,
y aceptar mi derrota.
Pues lo importante es que seas feliz,
pero dime si quieres que me aparte,
para no molestarte a ti,
apetecer mi fin, y tratar de olvidarte
y no amarte
Porque mi velero
te llevará al crepúsculo,
para así tener un caldero
de amor, con el título de mi corazón.
Tu nombre es el que el mar,
dice a mis espaldas,
mientras me pongo celoso de atar
porque te amo y no me importa tener manos atadas.
Sólo quiero que tengas la felicidad
en tus sentimientos abiertos,
para que encuentres un camino,
y tengas a tu disposición,
el ron y vino,
que no embriague pero que te muestre,
el mal espino, del corazón.
No me importa traicionarme
con tal de poner la felicidad a tu disposición
y que pongas el corazón a ese amor
que he decidido despejarte.
Pues el daño no será más,
ya que me he bañado en la felicidad
al darte la natalidad de un amor que aunque no sea yo,
sé que es lo mejor.
Por este hombre
que deja en tus manos,
el coexistir de mi amor
solamente en tu corazón.
Se me ha ido parte de la felicidad,
pero no la absoluta
ya que te sigo deseando una carlota
y no una espiga
que mata y te fatiga.
Te amo y no me cansaré de decirlo
ya que por esas palabras
les doy viento a las velas,
pues en el mar de amor
mis barcos del corazón aún navegan.
Desconozco el autor