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Te acuerdas de mí?,
no soy más que el mismo flaco de siempre,
con un conato de panza que me está haciendo lucir
como luce una soga cuando en medio tiene un nudo.
El pelo un poco más corto
y una tos de cigarro que me despierta en las noches,
vivo en el mismo lugar calle mártires 28
y aún conservo la cama que fermenta tu humedad.
El mismo lunar
en el sitio donde tú ya conoces,
voy al mismo bar para ver si asesino mis noches
y entre una nueva cara y el deseo de encontrarte
se me gasta la vida.
Ya probé con el yoga, el harekrishna y el budu,
ya probé con un brujo, un adivino y un guru.
Pero me sigo poniendo viejo,
me lo dice cada día el espejo,
y tú no apareces por ninguna parte.
Mi trabajo muy bien,
ya hasta me han aceptado como miembro master card
y veo más el lado izquierdo
que el derecho en los menús,
me he comprado un auto, ya no viajo en autobús,
pero te extraño a rabiar,
al extremo de que nuestra cama
no la he vuelto a usar,
y si me cae una aventura
la revuelco en el sofá,
por no herir el recuerdo que se anida
entre el colchón.
Soy el mismo de ayer,
aunque ya no respondo como antes,
me tendrías que ver,
cuando ya no se encumbra el deseo
y entre charlas de Borges y de García Márquez,
busco un mejor momento.
Ya probé con el yoga, el harekrishna y el budu,
ya probé con un brujo, un adivino y un guru.
Pero me sigo poniendo viejo,
me lo dice cada día el espejo,
y tú no apareces por ninguna parte.
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