Déjame confesarte que he decidido amarte,
en nombre de la verdad, temo decirte que mis pensamientos
están distantes, temo explicarte demasiado, porque tal vez descubras
mi terrible secreto, pero al final de todo y al principio de algo
recuerda que soy yo a quien amas y eres tú a la que amo,
puesto que el destino en su irracional pero sabia jugada así lo decidió…
En ausencia de máquinas del tiempo e imaginarias fantasías
de cambiar las cosas, he decidido amarte como siempre lo quise hacer,
he decidido darle tranquilidad a este mal trecho corazón,
que un batallar constante a quedado lesionado, he guardado
mi trajinar y cambiado por la paz, he decidido olvidar lo que fue y no será…
Decidido encontrar la tranquilidad que tú me ofreces,
que Dios guíe mi camino y sean el testigo de lo que hago,
haré honor y honrar el sacrificio de otros, en fin,
y para darle tranquilidad a mis pensamiento he decido amarte.
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