Hay un momento en la vida de cada mujer contemporánea en el que suele encontrarse frente a un cruce de caminos del que nadie antes le ha hablado: de un lado el camino marcado por la educación del mundo patriarcal en el que ha crecido donde encuentra hilos inservibles para tejer con el alma la vida que tiene frente a si, patrones demasiado estrechos, telas poco maleables y escasas posibilidades de fantasía. Al otro lado el reto de encontrar su propio hilo que casi siempre es invisible a los ojos pero no al corazón y que tiene el don de unir la herencia de las abuelas sabias con su propio camino y el de todas las mujeres. ¿Hacia dónde ir? ¿Cómo encontrar el hilo? ¿Cómo empezar a tejer la propia vida y sentirse completa?
El periplo del viaje de la heroína también tiene estructura de tragedia griega: a veces la mujer muere para renacer, se hiela para descubrir, se agota para tomar fuerzas pero aprende a hacer alquimia con las emociones y encuentra dentro de si los hilos que la unen a todo. Eso enseña la vida, que siempre sigue adelante.