Según el Evangelio de Mateo, el día de la Epifanía representa la llegada a Belén de los tres Reyes Magos. Ellos viajaron desde el oriente, siguiendo una estrella, para visitar al Cristo Niño. Los Reyes Magos fueron los primeros en reconocer al recién nacido como el amor divino en expresión.
La Epifanía me recuerda reconocer esa misma presencia crística en mí. Al principio mi conciencia puede sentirse pequeña y vacilante como un bebé, mas con tiempo y dedicación, se convierte en parte de mi ser. Yo soy uno con el Espíritu —uno con el poder más elevado, mucho mayor que mi ser humano. Con esto en mente, descubro más de mi propósito espiritual, y recibo con beneplácito las nuevas posibilidades que nacen en mí.