Una cuestión de tiempo ... Sí ... las personas que amamos son insustituibles a nuestro corazón. Aquel lugar que ellas ocupan queda marcado con la presencia de ellas, con el olor, con la forma y hasta el sonido de la risa. Y cuando parten se forma el vacío. Pero si la presencia física se ha ido, quedan aún los recuerdos de todo aquello que fue construido juntos: los momentos vividos, las horas compartidas, muchas veces los partidos y reencuentros ... La nostalgia es tan indecible como el dolor que ella provoca. Pero todavía existe una esperanza: quien hace el bien aquí, nunca va completamente: esa persona vive a través de las enseñanzas que ha dejado, vive a través de las marcas que ha ido colocando en cada paso, cada acontecimiento ... Y lo que reconforta es la esperanza de que este punto final colocado es sólo pasajero, pues el Señor nos prometió que un día, en el cielo, nosotros nos reconoceríamos. Entonces ... es sólo una cuestión de tiempo. Un día la gente se reencuentra fatalmente con aquellos que amamos y nos amaron por encima de todo en esa vida terrena. Y mientras estamos aquí, vamos dejando nuestras marcas también, por qué hay los que nos necesitan y los que un día querrán vivir con la esperanza de reencontrarnos. Así, un día, en una promesa hecha por Dios, habrá en el cielo una gran fiesta. Todo es una cuestión de tiempo ...- Leticia Thompson -
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