En general, solemos no dar mucha importancia a las palabras. Todos conocemos a personas que hablan demasiado, que a todo critican y que de todo se lamentan o reclaman. Tire de la memoria y seguramente usted recordará a alguien que sea así.
Las personas que en las entrelíneas siempre se quejan de su actual situación, sea financiera, sea amorosa, o de trabajo, esos siempre están en el pasado buscando justificar un presente, generalmente insatisfechos con su situación actual, no tienen suerte, siempre son injustificados y siempre existe algo o, alguien para poner la culpa.
No entienden que lo que los lleva a esa situación de insatisfacción e infelicidad son ellos mismos, por la manera que se posicionan en relación a la vida, en relación a todo aquello que hablan y suelen llevar como carga a la espalda durante su vida terrenal, ignoran que somos lo que pensamos y que hablamos.Sea amargo, negativo y pesimista en relación a la vida y la vida le retribuirá de la misma manera.
El universo trabaja así, todo es reacción ante una acción, sea buena o mala de una manera o de otra usted tendrá siempre esa reacción, no fuese tan criminales tendrían una vida eterna y nunca sucumbir ante otro criminal y tendrían vida larga, pero sabemos que no es así y tenemos ejemplos recientes.
Usted sólo atrae aquello en lo que piensa y que habla. Pasa la vida reclamando de su situación de infeliz y recibirá sólo la infelicidad. Asuma una postura de perdedor y perdidoste será a lo largo de la vida ... Eso es un hecho y no pienses que va a cambiar, por el contrario, atraerás a perdedores iguales a ti a tu alrededor y siempre convive con personas infelices y mediocres.
Todo es vibraciones y movimiento y tú, a través de esa baja vibración, atraerás desentendimientos, infelicidad. En el caso de las familias que sólo se desentrañan que sólo generan problemas, empresas que patinan y no progresan, funcionarios negativos y problemáticos que, donde están, perjudican a todo un equipo, vibran todos a la baja; son personas pesadas en las que la simple presencia nos hace daño.
Algo pasa con nosotros allá atrás en la infancia, sea algún problema con los padres, algún problema grave con alguien de la familia, una separación conturbada, una infancia molestada, un abandono de una madre, siempre desencadena una formación adulta negativa y pesimista y generalmente no se da cuenta; y está ahí creado un adulto pesimista y totalmente negativo en la postura y en las acciones.
No quiero aquí decir que la vida esté siempre repleta de hechos felices, que todo es maravilloso y que siempre exista un pajarito verde en nuestra ventana todas las mañanas; por el contrario, la mayoría de las veces, está repleta de batallas, penas, disgustos y todo tipo de infelicidad, pero tenemos que superar siempre cada obstáculo como un guerrero y vencerlos con postura de vencedor, que sabe que tiene que pasar por percalos y dificultades, pero tiene la certeza de la victoria.
El vencedor cae y se levanta, sufre de soledad porque está siempre en contra de la historia, generalmente es considerado un soñador, un romántico un optimista sin noción de realidad, por lo que en general está sólo en su batalla por el éxito y la prosperidad. Usted nunca verá a un ganador que no haya sido criticado y hablado en rueda de envidiosos y perdedores.
Usted nunca verá a un ganador que no haya provocado la envidia de aquellos que no tienen osadía y se esconden en la mediocridad, usted nunca verá un ganador que piense pequeño y que tenga horizontes cortos y estrechos.
Pero, en general, usted verá perdedores reclamando siempre de su situación actual ante la vida, de su malentada emprendida en algún negocio, del tiempo en que era feliz y no sabía, de determinado empleo que le proporcionaba cierta zona de confort.
Los ganadores caminan siempre en contra de la historia y saben el precio que se tiene que pagar por el éxito y la prosperidad, saben que todo pensamiento negativo lleva a la infelicidad y al fracaso. Saben que todo está construido con una postura altiva y con una mente positiva y que no importa el tiempo de espera. Saben qué palabras son semillas sembradas tanto para el éxito y para el fracaso, por lo tanto, siempre buscan tener cuidado en lo que dicen.
Piense en eso...
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