Las curiosidades de tres compositores brillantes
Curiosidades sobre Bach
Johann Sebastian Bach (1685-1750) fue despreciado por la nobleza y nunca considerado por la alta sociedad de su época. Todos sus conciertos de Brandemburgo (6 en total) fueron escritos como dedicatoria al Margrave de la Corte de esta ciudad de Alemania. Al recibirlos, se guardaron en un cajón hasta que a alguien se le ocurrió sacarlos y estrenarlos cuando Bach todavía vivía.
Otro dato curioso es que este músico tuvo en total 20 hijos, 7 con su primera esposa y 13 con la segunda, varios de ellos siguieron los pasos de su padre en el arte de componer. Esto es algo que él conocía muy bien porque de niño el Sr. Bach fue el que lo formó musicalmente, tenía prohibido estudiar partituras de compositores italianos como Vivaldi, pero de noche se levantaba y las copiaba a la luz de las velas.
Si fue querido por dos personas importantes de la época: un conde y un rey. En el primer caso se trataba de una persona que no podía dormir por las noches. El médico le aconsejó que escuchara música relajante y él decidió contratar a Bach para que escribiera una obra lo más extensa posible para hacerlo dormir. Recibió el nombre de “Las variaciones Goldberg” y era tocada en vivo todos los días en una habitación contigua. El segundo fue Federico el Grande, quién lo invitó a la corte para que lo viera tocar con su clavicordio. Luego de ofrecerle una improvisación le envió un manuscrito de una obra centrada en este episodio.
Bach murió ciego y siempre sufrió de problemas en su visión. Unos días antes de fallecer, “recuperó” notablemente la vista y aprovechó a componer su última cantata donde en el coro se da gracias a Dios de una manera muy solemne.
Curiosidades de Beethoven
Ludwig Van Beethoven (1770 – 1827) tiene muchos datos curiosos de su vida:
-Analizando el cabello del compositor genéticamente, se ha descubierto que tenía mucha cantidad de plomo en su sangre, tal vez por haber bebido en barriles de este material. Y es posible que su mal genio y su sordera se debiera al envenenamiento en su cuerpo.
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La bagatela para piano “Para Elisa”, en realidad se llamaba “Para Teresa”, según se ha podido ver en el manuscrito original de abril de 1810. Se cree que fue un error de los copiadores ya que Beethoven tenía una muy mala caligrafía.
-Este músico no llegó a oír su novena sinfonía porque para el estreno él ya estaba sordo completamente. Cuando terminó el
concierto, pensó que por algún accidente o motivo habían dejado de tocar, hasta que se dio vuelta y vio a todos los espectadores aplaudiendo de pie, ya que la obra había finalizado.
“Prefiero mil veces a los hombres que a cualquier persona” decía Beethoven, claro amante de la naturaleza. Para poder darnos cuenta de ello también se puede escuchar su sexta sinfonía, “La Pastoral”, donde trata de traducir los sonidos de la tierra en una orquesta.
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Se lo solía ver siempre desalineado, con ropas viejas, gritando melodías que se le iban ocurriendo, los pelos despeinados, anotando cosas en su cuaderno. También se sabe que tenía repentinos ataques de ira y lo comparaban con un “animal salvaje” que hasta llegó a destrozar habitaciones. Con la gente que quería, como su sobrino Karl, era realmente muy
cariñoso.
Curiosidades de Mozart
Wolfgang Amadeus Mozart (1756 – 1791) era masón y esto se podía saber por muchas actitudes, pero sobre todo porque
utilizaba el número 3 seguido, una cifra representativa de esta logia y fundamental en los rituales. Muchas de sus obras contienen el 3. Por ejemplo, en “La Flauta mágica” aparecen: tres acordes mayores en la obertura, tres niños que conducen al bosque al protagonista, tres hadas, tres pruebas, tres instrumentos mágicos, tres templos y tres cualidades del principal.
En casi todas sus obras, Mozart incluía algo “subido de tono”,
algo de erotismo camuflado, aunque a veces no tanto. Compuso un canon cuyo título era totalmente pornográfico: Leck Mich im Arsch (Lámeme el trasero en la traducción).
Pero algunos años antes, era un niño y
se lo consideraba un prodigio y un reputado concertista a los 8 años apenas. Su primera sinfonía fue mucho más que lo que se esperaba para un chico de su edad. La última que escribió (N° 41), compuesta antes de morir, tiene 4 notas iguales al Andante de la primera: do, re, mi, fa. Tal vez no sabía que ya no iba a hacer más.
Los testimonios de esa época informan que a Mozart no le gustaba para nada el sonido de la flauta. “Lo único peor de dos flautas son dos”, afirmaba. Los conciertos que escribió con este instrumento fueron por encargo y luego comenzó a sustituirlo por el clarinete, que a partir de allí se consideró apto para las orquestas.