Al elevar nuestro pensamiento, rogamos al Dios Padre, Supremo Creador ya Jesús el dulce ejemplo de virtud y amigo de todas las horas. Permita que nuestros mensajeros puedan vernos más este día que se inicia en nuestro viaje a la Tierra. Que seamos receptáculos a las instrucciones y sugerencias de los buenos espíritus, así como nuestros oídos sean sordos a toda sugerencia del mal. Que hagamos de este día, un escalón a elevarnos para más cerca del plano mayor, amando y sirviendo a nuestros semejantes. Que así sea.
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