Trato de engañarme,
pensar en tiempos que no se agotan
en un escondite
trás el espejo de tu cómoda.
Todo se acerca
y no pediré clemencia
Esperaré inmóvil
mi condena.
A solas emprenderé el camino
sin abrigo ni equipaje
La engañosa rutina de la vida
adormece la certeza de la muerte.