Nuestro cuerpo es un templo. Necesitamos respetarlo al máximo y filtrar todo lo que ponemos dentro de la gente. Los ojos, oídos, la mente y el cuerpo son puertas y ventanas abiertas que llevan todo a nuestra alma. Nuestra alma, a su vez, descarga todo en nuestro corazón. Seleccione lo que entra, modere lo que sale. Sólo así la belleza, la luz y la ligereza del mundo se vuelven más grandes
que la basura que nos intenta enterrar diariamente. Si su puertasiempre está abierta, selecciona lo que deja entrar. No absorbelo que va a pesar. Limpiar muy bien lo que puede ensuciar. Quése queda después del filtro es el bienestar de saber que está puro.Un corazón ligero, deja la sonrisa dulce. ♥ ️- Cleonio Dorado -
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