Subsistir no es vivir...
A veces siento que no me comprendo... Estoy haciendo una vida que nunca pensé que podría llegar a convertirse en esto...
Siempre creí que los proyectos se irían cumpliendo, siempre a su debido tiempo, de acuerdo a la edad que iba teniendo.
Hoy, y muchísimas veces, no me acuesto, trabajo en la computadora y va amaneciendo... Y no me dan ganas de irme
a dormir... siempre pensé que dormir era perder parte de la vida. Y acá estoy, son las 06:14 am, como casi todas las
noches o madrugadas, estoy muy triste, muy angustiada. Nunca voy a comprender por qué razón yo soy distinta, por qué razón
entiendo todas las cosas de una forma diferente a los demás.
No entiendo y debería hacerlo, porque sé que no todas las personas pueden ser como yo deseo... Pero, cada día que pasa
ya no son positivos mis pensamientos, como siempre lo fueron ¡He cambiado tanto! Nunca creí que los años podían
cambiar tanto a una persona; los años y todo lo sucedido en el transcurso de mi vida.
¿Por qué cuando uno es joven no piensa de esta forma? El trabajo lo tiene muy ocupado, las obligaciones,
los horarios, atender a los hijos y al esposo, ir a la escuela a realizar lo que más me gustó en la vida:
enseñar, aprender mucho, mucho con los chicos, que, con su inocencia, llenan tu vida; los amé muchísimo y
los extrañé cuando me jubilé. La docencia fue lo más importante para mí, lógico después de mi familia.
Y así llegué a estas instancias; creo que venirnos al sur tuvo muchas cosas hermosas porque disfruté a mis nietas y nieto.
Pero, al mismo tiempo, pienso que muchas cosas hubieran sido distintas si me quedaba en Rosario...
No sé, eso nunca lo voy a saber con exactitud. No comprendo el por qué de esta angustia, de no sentirme
comprendida, de pensar que soy diferente...
Dios sabrá qué va a ser de mi vida... Yo no lo sé...
Graciela Briglia
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