Padre del cielo, gracias por el buen día y por cruzarme en tus brazos por las tormentas con las que tuve que lidiar. Sé que fue el Señor quien quitó el miedo, las preocupaciones y siempre asegurándose de que todo, estando en Sus manos, funcionaría. Protégenos, ilumínanos y sálvanos esta noche. Cuida nuestro sueño y cuida nuestros sueños para que sean dirigidos a las victorias de acuerdo con tu gracia y misericordia. Mañana ofrécenos un día glorioso y bendito, lleno de certezas de tu dulce cuidado. Amén Una hermosa tarde de la gente.
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