Lo importante no es ser el mejor, sino ser feliz de ser quien eres. Lo importante no es ocuparse de todo, sino mantenerse al ritmo del mundo. Tener tanto que hacer puede no dejarnos un tiempo precioso para SER. Verse feliz o positivo en las redes sociales no nos agrega nada. La vida está más allá de lo que hacemos, pensamos y pensamos. La vida pasa dentro de nosotros. Pulsa tu vibración, canta tu canción. ¿Pero nos detenemos a escucharlo? Si cada uno tiene una tarjeta de Navidad, un mapa, cada uno también tiene su propia forma de ser y sentir. La libertad es permitirte a ti mismo. Libérate de las apariencias. Di no Silencio Pero mantente en el ritmo que requiere tu pulso.