

Reflexiona sobre tu vida y pregúntate si ejercitas el amor incondicional. El verdadero amor no pone condiciones, ni distancias, ni obstáculos. El verdadero amor es libre, libre de ego, vanidad, de querer cuidarse a sí mismo. Es desinteresado. Piensa en el otro antes de ti mismo. Y pon toda tu atención en lo que amas. ¡Sin apego! Es cada oído, cada corazón, brazos y manos, piernas y pies. Todo son ojos, sentidos. Está completo en lo que es. El amor incondicional se rinde, no conoce el miedo. Si se acerca, lo cancela debido a algo más grande. El amor es coraje, es la fuerza que anima el alma. ¡El amor es alegría y no cansancio! ¿El verdadero amor no conoce la palabra? mi ?, porque entiendes que el otro es un ser individual y que solo entras en tu? Corazón que puedes entender y compartir. El amor no es lo que es para las expectativas. No es temporal. Es permanencia, fluidez. No sabes la culpa. Ya sabes la excusa, el perdón. Porque está libre de juicios y condenas Se acerca en lugar de alejarse. Habla en voz baja en lugar de gritar. Porque no quiere nada y nadie quiere imponerse. El amor incondicional es más oídos que el verbo. Son más gestos que palabras. El amor va donde está la necesidad, donde hay vacío. A veces no eliges lo que te gusta, sino dónde es útil tu corazón. Sabes que los excesos son dañinos y conoces las medidas correctas para dar sin invadir al otro. El amor incondicional se transforma. Es príncipe de tolerancia y respeto, guerrero sin armas de fuego, fuerza de gentileza y honesta compasión, profunda caridad. Va más allá de sus propios problemas porque reconoce que otros también los tienen. Cuestiona tus expectativas a través de aquellos que afirmas amar; si los amas solo cuando te complacen; si eres capaz de amar cuando nadie puede hacer lo mismo. Pregúntese si puede ser ligero en la oscuridad, sonreír cuando el otro es agresivo; Uno sabe cómo respetar el libre albedrío de los demás, no solo el propio, y si es capaz de imponer la verdad y comprender la verdad de los demás. ¿Podrá ingresar al corazón de su hijo, hermano, pareja o pareja, amigo o jefe o vecino? ¿Te permites conocer a un extraño o conocer en profundidad a quienes crees que has conocido desde hace mucho tiempo? ¿Puedes mirar más allá de las apariencias y la superficie y permitirte ver lo que solo el corazón puede hacer? ¿Puedes dejar de paralizar a las personas que amas y ayudarlas a aprender a caminar? Pregúntese si puede entender que al dejar ir a sus seres queridos, camina junto a ellos. Los miras a la altura de los ojos. Los sientes con el mismo latido del corazón. Date cuenta de que no eres menos ni más que los que te generaron, que no eres menos ni más que los que te contrataron. Deje de lado sus pobres expectativas, frustraciones o delirios. Solo esté presente. Sentir en lugar de etiquetarte a ti mismo y al otro Experimentar amor en lugar de lamentación. Se agradecido por todo lo que es, por todo lo que ahora te sirve. ¡Experimenta las dimensiones de tu corazón en su totalidad! Cualquiera que piense hacer un favor (condicional) ofrece un préstamo. Los que aman incondicionalmente hacen una donación.
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