

Te elijo cada día
Me gusta avanzar a tu lado, sea como sea: cuando hace sol, amenazan las tormentas o llueve como si no hubiera un mañana. Tenerte es un regalo que quiero guardar para siempre. Porque me enseñas que lo más simple es lo más valioso. ¿Alguna vez has pensado en todo lo que eres: un maestro? Yo no dejo de pensarlo cada día…
Me encanta escucharte, sobre todo, cuando sigues y sigues hablando y me explicas todo lo que implica un tema sobre el que conversamos. Si tengo dudas, me las resuelves, y si no puedes, lo aceptas y me lo expresas.
Adoro observarte: dormido, despierto, caminando, conduciendo… No hay forma que se me resista. Mirarte es acercarme a ti desde el silencio, conocerte a través de tus gestos y conectar con los más profundo de mis sentimientos. No te miento: cuando lo hago me invade una bonita e intensa sensación interior hacia ti.
Tu inteligencia me asombra, pero si hay algo que me fascina es toda la sensibilidad que guardas y que tan solo muestras por momentos. Aunque tu seriedad también es necesaria y tus tonterías mucho más. Son tu marca, tu huella, lo que te delata y te hacer ser tú y no otra persona.
-Jaime Sabines, poeta mexicano-
|