La extraordinaria inteligencia de Forrest Gump
“Mi madre dice que la vida es como una caja de bombones, nunca sabes cuál te va a tocar”.
Con esta ingeniosa frase comienza una de las películas que más repercusión tuvieron en los años 90. De hecho, a día de hoy es una cinta de culto para todos aquellos cinéfilos que les guste el género drama.
Para todo aquel que no la haya visto, les pongo un poco en situación. Esta película relata la vida de Forrest Gump (interpretado por Tom Hanks) un niño natural de Alabama y diferente a los demás debido a que posee un coeficiente intelectual de 75, algo más bajo de la media. Por esta razón, suele ser el centro de todas las críticas de sus compañeros de colegio, hecho que le impide hacer amigos con normalidad. El personaje de esta entrañable historia tampoco dispone de padre, algo que provoca que su madre sea la encargada de educarle y llevar a Forrest por el camino correcto.
Sin embargo, todo esto cambia cuando conoce a Jhenny, una guapa chica que tiene problemas familiares, y la cual se hace amiga de Forrest para así en parte desconectar del infierno familiar en el que vive. Debido a la buena afinidad que existe entre ellos, ambos forjarán una amistad que durará para el resto de sus vidas.
Durante la película, Forrest también tendrá que lidiar con numerosos aspectos y problemas de su vida, como ir a la universidad, la decepción del primer desamor, o alistarse en el ejército. De una forma u otra, la ingenuidad y la personalidad entrañable de Forrest, provoca que este siempre vea el lado bueno de las cosas. No queremos desvelarles mucho más de la película, pero una cosa está clara, cuando la vean, seguro que no les dejará indiferentes.
SER DISTINTO A LOS DEMÁS NO TE HACE PEOR
Una clara reflexión de esta película es seguramente que aunque nazcamos “distintos” a los demás (en el caso de Forrest con un coeficiente más bajo de lo normal) no nos hace peores personas. Todos tenemos nuestro lado positivo y negativo, y por ello tenemos que conocernos bien a nosotros mismos para saber cuáles son nuestras virtudes con las que haremos de este mundo un lugar mejor.
Y sino pregúntenle a Forrest, que a pesar de no poseer una inteligencia normal, sí que tenía cierta inteligencia emocional con la que alegraba la vida de los demás, y contagiaba de optimismo a todo lo que estaba a su alrededor.
SONRIELE A LA VIDA
La vida de Forrest no es para nada un camino de rosas. Durante la película, tendrá que lidiar con numerosas situaciones y problemas de cierta gravedad. Sin embargo, siempre salía airoso de todas ellas con una amplia sonrisa dibujada en su rostro. Pues esto que hace el protagonista de esta bella historia, es extrapolable a nuestro día a día. Es decir, da igual lo “negro” que veamos nuestro alrededor, que con esfuerzo y superación, se puede salir de cualquiera.
En definitiva, todo aquel que visualice esta cinta, se dará cuenta que no merece la pena desanimarse ante la adversidad. Y es que antes o después, la vida nos deparará momentos inolvidables que marcarán el resto de nuestros días.
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