En invernales horas, mirad a Carolina. Medio apelotonada, descansa en el sillón, envuelta con su abrigo de marta cibelina y no lejos del fuego que brilla en el salón.
El fino angora blanco junto a ella se reclina, rozando con su hocico la falda de Aleçón, no lejos de las jarras de porcelana china que medio oculta un biombo de seda del Japón.
Con sus sutiles filtros la invade un dulce sueño: entro, sin hacer ruido: dejo mi abrigo gris; voy a besar su rostro, rosado y halagüeño
como una rosa roja que fuera flor de lis. Abre los ojos; mírame con su mirar risueño, y en tanto cae la nieve del cielo de París.
Rubén Dario.
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Hoy ya viernes casi final de semana, un empujoncito más
y ya estamos con las Navidades. Saben me gustaria este
año estar en casa sin salir a ningun lado, tranquila y sin lios
ni ir de un lado a otro, la verdad es que estamos cerca unos
de otros, pero yo la verdad no me gustaria salir de casa para
nada. Quiza es que me estoy haciendo mayor, pero bueno sera
lo que sea, pasen feliz dia y feliz fin de semana.
Zara
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