Verdaderamente, no existe límite para la abundancia del Espíritu. Mi prosperidad no está limitada al dinero; viene de muchas formas. Puede que disfrute de abundancia de apoyo por parte de familiares y amigos. Tal vez, los alrededores en donde vivo están repletos de un paisaje hermoso.
Hoy pensaré en las muchas maneras cómo soy bendecido. A veces, estoy tan ocupado que no presto atención a todos los regalos y bendiciones en mi vida. Siento verdadera gratitud por la prosperidad que me rodea.
Sé que la presencia divina es la fuente de todo bien, y que la prosperidad de todo tipo continuará manifestándose en mi vida. Doy gracias por todas las formas cómo el bien abundante viene a mí.