Como en la trampa cae la alegre caza, caí en tus brazos, donde me debato. Ni de quedar, ni de escaparme trato de esta red que me ahoga y que me abraza.
Fuera, la libertad con su amenaza; aquí, el seguro fin tajante y grato. Fácil es desatar, y no desato, el dulce nudo que mi muerte aplaza.
Sumisamente inclino la cabeza no sé si para el golpe o para el beso, no sé si para el gozo o la tristeza.
Pero, si llega el día del regreso, pues que caí en la trampa por torpeza, no quiero liberarme de ella ileso.