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De: TATIS-7 (Mensaje original) |
Enviado: 02/07/2020 23:18 |
Honro a Dios al cuidar de mí.
Con el corre corre de la vida, a veces puede que sea difícil detenerme, descansar y cuidar de mí. Tal vez me sienta presionado a hacer una multitud de cosas y a mantener un paso frenético para cumplir con todas las exigencias. De ser así, recuerdo las palabras de una canción: “Me apuro para poder hacer las cosas. Oh, y me apuro tanto que la vida deja de ser divertida”.
Cuidar de mí es honrar al Espíritu morador. Descanso, respiro y desisto de las presiones y preocupaciones. Tomo tiempo para conectarme con Dios a través de la oración y la meditación. ¡También tomo tiempo para divertirme! Cuidar de mí me llena de energía, no disminuye mi capacidad para cuidar de los demás y fortalece mi relación con Dios.
Gran regocijo hay en mi corazón y en mi alma; todo mi ser siente una gran confianza.—Salmo 16:9
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De: Graci |
Enviado: 15/07/2020 19:21 |
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De: TATIS-7 |
Enviado: 16/07/2020 03:08 |
AFIRMO EL DESENVOLVIMIENTO DE LA PAZ MUNDIAL.
La mayoría de los cambios significativos no ocurren de la noche a la mañana. La visión de paz que deseo ver en el mundo puede que esté en desacuerdo con la realidad que encuentro a diario. Me permito sentir tristeza y frustración cuando veo noticias de conflictos, ira y falta de armonía.
Incluso cuando reconozco mis sentimientos, me comprometo a acoger al mundo con amor tal como es. Sigo afirmando que todos los seres del planeta avanzan y promueven la cooperación y la paz. Desde un lugar de profunda imparcialidad en mí, tomo medidas significativas para hacer los cambios que deseo ver.
Mientras lo hago, afirmo un amanecer de reconciliación, unidad, armonía y amor en el mundo y en todo a mi alrededor.
Apártense del mal y practiquen el bien; busquen la paz, y no la abandonen.—Salmo 34:14
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De: TATIS-7 |
Enviado: 16/07/2020 13:24 |
MIS PENSAMIENTOS, PALABRAS Y ACCIONES REFLEJAN LA VERDAD DE MI SER.
Cuando me despierto, me detengo para visualizar las posibilidades del día. Puedo imaginar la visita de un amigo, una meta alcanzada o una tarea cumplida cabalmente. Estoy consciente de mis pensamientos, palabras y acciones durante todo el día. Evalúo mis pensamientos y noto cuando necesitan corrección.
En vez de culpar o criticar, busco lo positivo en todas las circunstancias. Pienso antes de hablar y digo palabras que reflejan la naturaleza afable de mi alma.
Mis acciones dicen más que mis palabras, así que estoy atento a todo lo que hago. Según me preparo para dormir, reflexiono acerca de cómo este día bendijo mi vida.
Por lo tanto, todos nosotros, que miramos la gloria del Señor a cara descubierta, como en un espejo, somos transformados de gloria en gloria en la misma imagen, como por el Espíritu del Señor.—2 Corintios 3:18
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De: Graci |
Enviado: 16/07/2020 21:21 |
Por lo tanto, todos nosotros, que miramos la gloria del Señor a cara descubierta, como en un espejo, somos transformados de gloria en gloria en la misma imagen, como por el Espíritu del Señor.—2 Corintios 3:18
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De: TATIS-7 |
Enviado: 18/07/2020 02:27 |
AFIRMO PAZ EN ESTE MOMENTO.
Al cerrar mis ojos y apreciar lo que es, me siento seguro y tranquilo en este precioso momento. Mi mente se serena y libera cualquier preocupación o zozobra. Inhalo profundamente y me doy cuenta de la presencia pacífica y espiritual que mora en mí.
Las aguas de mi alma se calman, revelando mi quietud interna. El ritmo de mi corazón y de mi respiración me lleva hacia una conciencia más dulce y profunda que me sosiega. Inmerso en la tranquilidad de esta perfección interior, mi mente se calma, mis emociones se aquietan y mi cuerpo se vuelve más plácido.
Descanso a salvo en el Silencio de este momento sagrado. No tengo que hacer nada sino reposar en esta tranquilidad. Al concluir mi momento devoto llevo mi serenidad conmigo.
Gran regocijo hay en mi corazón y en mi alma; todo mi ser siente una gran confianza.—Salmo 16:9
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De: Graci |
Enviado: 19/07/2020 02:45 |
Gran regocijo hay en mi corazón y en mi alma; todo mi ser siente una gran confianza.—Salmo 16:9
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De: TATIS-7 |
Enviado: 20/07/2020 02:50 |
COMPARTO EL AMOR, LA PAZ Y EL GOZO DE DIOS.
Aunque atesoro mis momentos de tranquilidad y reflexión, también me gusta disfrutar de la compañía de familiares, amigos y miembros de mi comunidad de fe. Ya sea que estemos trabajando, siendo voluntarios, orando o simplemente compartiendo un momento de solaz, las experiencias compartidas me permiten apoyar a las personas que aprecio y sentirme alentado. Disfruto y valoro nuestra hermandad cada estación del viaje humano.
Durante tiempos de prueba, dificultad o pena, estar en la compañía de amigos y familiares me brinda consuelo y fortaleza. Asimismo, en tiempos de celebración, estar en compañía de otros multiplica mi alegría. En momentos de hermandad y unión, el amor, la paz, el consuelo y el gozo de Dios nos bendicen a todos.
Y todos los que habían creído se mantenían unidos y lo compartían todo.—Hechos 2:44
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De: Graci |
Enviado: 21/07/2020 00:42 |
COMPARTO EL AMOR, LA PAZ Y EL GOZO DE DIOS.
Aunque atesoro mis momentos de tranquilidad y reflexión, también me gusta disfrutar de la compañía de familiares, amigos y miembros de mi comunidad de fe. Ya sea que estemos trabajando, siendo voluntarios, orando o simplemente compartiendo un momento de solaz, las experiencias compartidas me permiten apoyar a las personas que aprecio y sentirme alentado. Disfruto y valoro nuestra hermandad cada estación del viaje humano.
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AL HONRAR LA PRESENCIA ESPIRITUAL QUE MORA EN MÍ, EXPERIMENTO LA PAZ.
A veces, puedo sentir como si el mundo girara a mi alrededor, moviéndose tan rápidamente que es difícil para mí permanecer centrado. Cuando me siento así, pareciera que la paz de Dios se encuentra lejos. Mas sé exactamente qué hacer.
Comienzo respirando lenta y profundamente. Enfoco mi atención en mi aliento y suscito mi quietud interior. Apaciblemente voy a mi interior para alinear mi conciencia con el Espíritu divino en el centro de mi ser.
Mi alma se serena según comulgo conscientemente con Dios. Cuando me siento listo, dirijo mi atención al mundo externo. La experiencia abrumadora se ha disipado. Ofrezco la maravillosa quietud de la paz de Dios a mi entorno, y me siento bendecido.
Pero el Señor le dijo: La paz sea contigo. No tengas miedo, que no vas a morir.—Jueces 6:23
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De: Graci |
Enviado: 21/07/2020 23:11 |
AL HONRAR LA PRESENCIA ESPIRITUAL QUE MORA EN MÍ, EXPERIMENTO LA PAZ.
A veces, puedo sentir como si el mundo girara a mi alrededor, moviéndose tan rápidamente que es difícil para mí permanecer centrado. Cuando me siento así, pareciera que la paz de Dios se encuentra lejos. Mas sé exactamente qué hacer.
Comienzo respirando lenta y profundamente. Enfoco mi atención en mi aliento y suscito mi quietud interior. Apaciblemente voy a mi interior para alinear mi conciencia con el Espíritu divino en el centro de mi ser...........
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EXPRESO SALUD Y PLENITUD.
La inteligencia divina impregna todas las partes de mi cuerpo y mente. Esta inteligencia hace que mis células se regeneren, que pueda respirar y digerir sin ningún esfuerzo consciente de mi parte. El orden natural de la vida es expresar salud y plenitud.
Reconozco que cualquier dolor y molestia es una señal de que una parte de mi cuerpo requiere atención y soy guiado hacia la solución perfecta. Alineo mis pensamientos y sentimientos con Dios y tengo fe en que todas mis células, tejido y órganos están funcionando juntos en perfecta armonía. Determino mantener mi atención en las muchas maneras cómo mi cuerpo continúa bendiciéndome. Yo soy una expresión vibrante de salud y plenitud.
Pero Jesús se volvió a mirarla y le dijo: “Ten ánimo, hija; tu fe te ha salvado”. Y a partir de ese momento la mujer quedó sana.—Mateo 9:22
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De: Graci |
Enviado: 22/07/2020 19:06 |
Pero Jesús se volvió a mirarla y le dijo: “Ten ánimo, hija; tu fe te ha salvado”. Y a partir de ese momento la mujer quedó sana.—Mateo 9:22
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ESTOY PROTEGIDO DIVINAMENTE DESDE ADENTRO.
Si me siento solo y temeroso, hago una pausa, me centro y experimento cómo la poderosa presencia de Dios emana de mí hacia el mundo desde el centro de lo que yo soy y quien soy. Si siento que me cuesta manejar lo que está sucediendo en mi vida o en el mundo, afirmo mi atención en la totalidad de Dios.
Respiro profundamente y recuerdo que no existe ninguna circunstancia que pueda ser mayor que Dios. Yo he sido creado a imagen y semejanza de Dios. Afianzado en esta Verdad, afirmo: "Cualquiera que sea la experiencia que la vida me ofrezca, tengo fe en que yo soy fuerte, apto, dispuesto y capaz de superar cualquier reto". Al dirigir mis pensamientos y sentimientos hacia la presencia divina en mí, me siento protegido en la eterna realidad de la presencia y el poder de Dios.
El Padre y yo somos uno.—Juan 10:30
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