Dinero y pareja, es un tema que excede la forma de administrar. Dice mucho acerca de distintos aspectos como el poder, la escucha, los deseos, la capacidad negociadora y más. No es casual que el dinero en la relación de pareja sea asociado a conflictos, ya que suele dar cuenta de tópicos subyacentes y significativos, como dificultades en la comunicación o en la confianza por ejemplo. ¿Cómo abordarlo entonces constructivamente y crecer juntos?

Ambos miembros de la pareja provienen de hogares diferentes, y han pasado por experiencias distintas. Es lógico que muchas veces no se sientan ni piensen igual sobre el dinero, cada uno trae sus conceptos, fantasías e incluso problemas respecto al mismo.

Varias personas, no se sienten merecedoras de ser recompensadas por su trabajo, por lo que se les dificulta ganar, retener y/o gastar convenientemente el dinero. Ello lógicamente repercute en la economía de la pareja, siendo necesario reconocer los mensajes que la persona se dirige, cómo se siente el otro ante la situación, y analizar sin culpa para hallar un camino de cambio.

En algunos casos es necesario buscar una intervención psicológica, que ayude a solucionar un padecimiento que sufren juntos y se les dificulta manejar.

Como siempre y a modo de primer paso, el lenguaje escrito brinda la oportunidad de reflexionar sobre el propio discurso, por lo que poner en papel lo acordado es muy útil a la hora de mejorar la comunicación y ver qué entiende cada quien respecto a qué punto.

Una forma de administrar puede funcionar en una pareja y no en otra. La modalidad de fondo común, tan popular hoy día, puede ser adecuada si comparten criterios para gastar y ahorrar. No obstante, puede desfavorecer a uno, si éste gana menos que el otro y habían acordado contribuir en partes iguales, o si las opiniones sobre lo que es necesario y lo que no son muy distintas. En estas situaciones, separar el dinero y aportar en conjunto sólo para los gastos fijos, suele ser más conveniente.

A tener en cuenta a la hora de administrar el dinero en la pareja:

* Cuando se inicia una vida en pareja, el dinero deja de ser un asunto individual para pasar a ser un tema de dos. De ahí la imposibilidad de plantearlo individualmente.

* La honestidad también es un requisito aquí, por lo que ha de evitarse el ocultar gastos o disponer del dinero sin consultar al otro.

* Acordar un momento para conversar el tema, a fin de reducir elementos inesperados que estresen y desgasten.

* Mantener un tono de voz y un lenguaje corporal, tranquilos y cálidos.

* Establecer claramente cuál es el presupuesto. Muchas parejas gastan por encima o por debajo de sus posibilidades, porque su idea acerca del dinero que necesitan para vivir no es tan realista como creen.

* Existen múltiples fórmulas para administrar juntos. La más conveniente, será la que satisfaga por igual a ambos.

Los cambios que impliquen un aumento o disminución del patrimonio, acostumbran movilizar el binomio dinero y pareja, hasta que se logra un nuevo orden. El dinero como objeto inanimado, es sólo el canal por el que los conflictos se expresan. La manera de administrar y el amor no tienen por qué ir en direcciones opuestas. Planificar la economía de la pareja, acerca invitando a valorar al otro y a crecer juntos.

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