Quisiera tener una escalera tan larga que llegue al cielo, para poder abrazarte nuevamente.
¿Qué puede doler más? ¿Saber que jamás podremos volver a verle? ¿Ese montón de palabras que siempre
quisimos decir y no pudimos? ¿El hecho de que nosotras estemos aquí y ellos no? ¿Cómo pedirle al alma
que no llore por tantas ausencias? Abraza tu dolor, seguramente el tiempo, como gran maestro, te
mostrará el camino a la sanación de tu alma, porque tú no eres un ser de años, eres un ser de eternidades.