Tradicionalmente somos educados a trabajar solos,
pero en el complejo mundo actual,
necesitamos trabajar en equipo.
Esto exige muchos sacrificios,
pues hay que adaptarse a los otros,
pero también genera muchas ganancias.
En un equipo, puedo rápidamente aprender cosas que,
fuera de este, llevaría muchos años para saber.
Puedo aprender las especialidades de las demás personas
y de esta forma enriquecerme a mi mismo.
Y también aportar mis propias cualidades,
empleándolas en algo muy útil.